¡Usted escuche!. Dios manda...

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        Dios... manda". No es un consejo ni una recomendación, sino una orden.

Usted puede desobedecerle, pero no sin sufrir las consecuencias de ello. La orden es actual: "Dios... ahora manda". Hoy es el tiempo de la gracia, ahora es el día de salvación. ¿A quien se dirige este mandamiento? "A todos los hombres". No hay ninguna excepción ni de raza ni de lugar: "En todo lugar". Quienquiera que usted sea, esta orden divina, urgente y universal, le concierne.

¿Qué es lo que Dios manda? Que los hombres se arrepientan. Arrepentirse significa: estar de acuerdo con el juicio de Dios sobre nuestro estado de perdición y nuestros pecados. Dios le ofrece su perdón según la regla que Él mismo a dispuesto para la salvación: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él" (Juan 3:36).

La orden que Dios da no puede dejar a nadie indiferente, porque "ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia" (Hechos 17:31). El juez ya está designado: es Jesús. O usted lo acepta como su Salvado hoy, o Él será su juez mañana. Déle su respuesta, hágalo ahora mismo. "Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo" (Hechos 16:31).

La prueba de un verdadero arrepentimiento es el cambio de actitud. Éste se verá mediante los frutos producidos. ¿Has escuchado esto? Que Dios te bendiga, siempre. Te quiero