Un ministerio cristiano distribuyó más de 1,000 Biblias en una prisión de Honduras, llevando esperanza a un lugar marcado por la violencia y la desesperanza. La acción fue liderada por el reverendo Jason Woolford, de Mission Cry, quien organizó un culto especial en el patio del penal. Durante la jornada, los internos recibieron su propia copia de la Biblia y participaron en cantos de alabanza, mostrando gratitud y emoción por la visita. “Fue tan lindo. Cuando el equipo estaba saliendo, muchos detenidos estrecharon sus manos y agradecieron por haber venido”, relató Woolford. Esta distribución solo fue posible gracias a la autorización de los agentes penitenciarios, quienes permitieron el acceso de los misioneros a pesar de no compartir necesariamente su fe. Woolford destacó que experiencias similares están ocurriendo en otros países, como África y Filipinas, donde directores de prisiones abren las puertas al Evangelio.
La Biblia entregada es una edición especial en español, que contiene el Nuevo Testamento y un programa de discipulado, además de recursos de estudio para los internos. “Es una Biblia estratégica, diseñada para impactar vidas y ofrecida totalmente gratis”, explicó Woolford.
Mission Cry lleva décadas distribuyendo Biblias y libros cristianos a quienes no pueden acceder a la Palabra de Dios, equipando a evangelistas, pastores y nuevos creyentes en más de 179 países. La organización cree que la Palabra de Dios tiene el poder de transformar vidas y restaurar familias, incluso tras las rejas. SIga leyendo aquí
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