El gobierno de Estados Unidos urgió este sábado al Tribunal Supremo a legalizar el matrimonio entre las personas del mismo sexo en los 50 estados del país, con un escrito en el que afirma que “no existe una justificación adecuada para tal discriminación e injurioso ejercicio del poder estatal”.
En el documento, de 46 páginas, presentado ante el alto tribunal y al que tuvo acceso Efe, el Departamento de Justicia crítica las “leyes discriminatorias” de los estados, que “imponen daños concretos” a las parejas homosexuales, enviándoles el mensaje de que son “de segunda clase”.
Esta petición del gobierno del presidente Barack Obama se produce justo cuando el Tribunal Supremo tiene previsto escuchar el mes próximo los argumentos orales sobre la legalidad de las leyes estatales que prohíben los enlaces entre homosexuales.
El Ejecutivo argumenta que la prohibición del matrimonio entre las personas del mismo sexo es inconstitucional porque viola la decimocuarta Enmienda a la Constitución, en la que se procura “igual protección ante las leyes” de todos los ciudadanos. “Las lesbianas y los gays han estado sujetos a significativa y continua discriminación en este país”, destaca el Gobierno en su escrito.
“La historia incluye la criminalización de las relaciones íntimas, el tratamiento de los homosexuales como desviados, la negación de sus derechos para el cuidado de niños, convirtiéndoles en objetivo de crímenes de odio y limitando sus oportunidades para conseguir empleo”, añade el texto.
En su escrito, el Gobierno destaca que “Estados Unidos tiene un gran interés en acabar con la discriminación basada en la orientación sexual” y explica que Obama y el fiscal general, Eric Holder, han determinado que “las clasificaciones basadas en la orientación sexual deben estar sujetas a un elevado escrutinio”.
Además, en el documento, el gobierno reclama su autoridad para pronunciarse sobre este tema porque él es el encargado de otorgar beneficios sociales, que muchas veces se basan en el estado civil de los posibles beneficiarios.
De esta forma, el Ejecutivo de Obama reclamó su interés en posicionarse en el caso que estudia el alto tribunal para determinar si las uniones entre homosexuales deben de ser legales en los 50 estados del país.
Los jueces del Supremo habían rechazado pronunciarse varias veces sobre esta cuestión durante meses, la última de ellas en octubre, cuando se negó a escuchar las apelaciones contra las resoluciones que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo en cinco estados.
Aquella postura supuso una victoria velada para la comunidad homosexual, ya que tuvo como efecto inmediato que el consentimiento del Supremo extendiera a 24 estados la posibilidad de celebrar bodas entre personas del mismo sexo, previamente posible en 19 estados y el Distrito de Columbia, donde está la capital federal, Washington.
En los meses posteriores, una docena de estados más fueron afectados por la negativa a considerar los casos por parte del Supremo, de manera que hasta 36 estados del país celebran hoy matrimonios gays.
(Agencias) Fuente:Cristianodigital.net