El Comité de Investigación de Rusia todavía no tiene una razón concluyente por la que la niñera decapitó a la niña en cuanto se fueron los padres, incendió el apartamento de la familia para la que trabajaba y salió a la calle en estado de “evidente perturbación” con la cabeza de la menor. Ahora, los investigadores indagan si Bobokulova, madre de tres hijos,pudo tener cómplices o personas que la instigaran. De momento se ha encargado un examen psiquiátrico.
El viernes se presentará la acusación formal por asesinato contra Bobokulova, que fue detenida junto a la estación de metro de Oktiabrskoye Pole, una zona residencial situada al noroeste de Moscú. Allí había estado caminando y gritando con la cabeza cortada de lapequeña Nastia, de cuatro años, en la mano. “Soy una terrorista”, “Dios es grande”, decía mientras agitaba la cabeza de la niña. Ante los pasmados vecinos del barrio, también profería otras frases como “odio la democracia” y “los rusos morirán”. “Dijo que se iba a hacer estallar, pero no sabíamos si llevaba una bomba o no”, explica a este periódico Vladimir, que se topó con la macabra escena cuando paseaba por el barrio.
La detenida trabajaba como niñera de la pequeña de cuatro años. Bobokulova no había causado problemas en el trabajo, pero recientemente estaba más irascible, y al parecer fueuna infidelidad de su marido la que la empujó a cometer el crimen. El cadáver decapitado de la menor fue descubierto por los bomberos que habían accedido al apartamento apagar el fuego. Bobokulova se había marchado ya, con la cabeza de la niña en la mano.
Las televisiones rusas, que suelen hacerse eco de cualquier matanza en Occidente, han dado un llamativo perfil bajo al suceso, cosa que ha sido criticado en las redes sociales. ElKremlin ha negado haber dado una orden para que haya silencio respecto al suceso, pero ha respaldado esta postura.
Sin embargo en el pasado las televisiones rusas sí han prestado mucha atención a terribles episodios supuestamente ocurridos en países que no tienen buena relación con Moscú, como Alemania o Ucrania. Los medios rusos montaron un escándalo mayúsculo por la supuesta violación de una joven rusa ante la indiferencia de la policía alemana. La historia demostró ser falsa, igual que la crucifixión de un niño de seis años en Ucrania, otra noticia inventada que las teles rusas difundieron y por la que jamás se disculparon. fuente: http://cristianosaldia.net/