Y mira que hay personas que les ha tocado vivir una vida llena de desafíos y obstáculos que atravesar. Pero he notado también que muchas de estas personas suelen desarrollar fortalezas que otras personas en mejores situaciones no tienen. Ellos no utilizan excusas, ni permiten que la conmiseración se apodere de ellos, sino que se sobreponen al dolor y lo utilizan como una fuente de fortaleza interna que los lleva hasta el objetivo que quieren alcanzar.
Pienso que este tipo de personas son como el oro más brillante y de mejores kilates. Porque mientras más fuego hay en sus vidas, increíblemente, más ellos resplandecen.
A veces uno siente que está mordiendo el polvo o tocando el fondo de la desesperación y la angustia. Pero en medio del dolor y el sufrimiento, puede resurgir lo mejor de cada uno de nosotros. Yo no digo que sea fácil, hay a veces tantas preguntas de las cuales no encontramos respuestas y que muchas veces nos consumen. Más aún así podemos ser victoriosos, desafiar los límites, llegar hasta donde otros dicen que no llegaremos.
Aún si lloras, tras esas lágrimas que corren por tus mejillas, hay belleza. Es la belleza de tu alma que clama con fe esperando que algo bueno suceda y mientras espera, no se queda estática, trabaja, labora y edifica cimientos que desencadenen milagros.te quiero mamá.