Aunque Se Levanten Mil Gigantes Contra Ti no temas
Enemigo no podrá tocar tu Fe, porque EL Señor Tu Dios Estará Contigo.
Apodérate de lo que a ti te pertenece. Dios te ha hecho su hijo e hija y con los hijos de Dios Nadie se mete.
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sábado, 30 de agosto de 2014
jueves, 21 de agosto de 2014
Los hijos se van
Hay que aceptarlos con esa condición, hay que criarlos con esa idea, hay que asumir esa realidad.
No es que se van… es que la vida se los lleva.
Ya no eres su centro.
Ya no eres propietario, eres consejero.
No diriges, aceptas.
No mandas, acompañas.
No proyectas, respetas.
Ya necesitan otro amor, otro nido y otras perspectivas.
Ya les crecieron alas y quieren volar.
Ya les crecieron raíces y maduraron por dentro.
Ya les pasó las borrascas de la adolescencia y tomaron el timón.
Ya miraron de frente la vida y sintieron el llamado para vivirla por su cuenta.
Ya saben que son capaces de las mayores aventuras y de la más completa realización.
Ya buscarán un amor que los respete, que quiera compartir sin temores ni angustias las altas y las bajas en el camino, que les endulce el recorrido y los ayude en el fin que quieren conseguir.
Y si esa primera experiencia fue equivocada, tendrán sabiduría y las fuerzas para soltarla, así, otro amor les llegará para compartir sus vidas en armonía.
Tienen un camino y quieren explorarlo, lo importante es que sepan andar lo, tienen alas y quieren abrirlas.
Lo importante es el corazón sensible, la libertad asumida y la pasión a flor de piel.
Tú quedas adentro. En el cimiento de su edificio, en la raíz de su árbol, en la corteza de su estructura, en lo profundo de su corazón. Tú quedas atrás. En el beso que les mandas. En la oración que los sigue. Tú quedas siempre en su interior, aunque cambies de lugar.
No es que se van… es que la vida se los lleva.
Ya no eres su centro.
Ya no eres propietario, eres consejero.
No diriges, aceptas.
No mandas, acompañas.
No proyectas, respetas.
Ya necesitan otro amor, otro nido y otras perspectivas.
Ya les crecieron alas y quieren volar.
Ya les crecieron raíces y maduraron por dentro.
Ya les pasó las borrascas de la adolescencia y tomaron el timón.
Ya miraron de frente la vida y sintieron el llamado para vivirla por su cuenta.
Ya saben que son capaces de las mayores aventuras y de la más completa realización.
Ya buscarán un amor que los respete, que quiera compartir sin temores ni angustias las altas y las bajas en el camino, que les endulce el recorrido y los ayude en el fin que quieren conseguir.
Y si esa primera experiencia fue equivocada, tendrán sabiduría y las fuerzas para soltarla, así, otro amor les llegará para compartir sus vidas en armonía.
Tienen un camino y quieren explorarlo, lo importante es que sepan andar lo, tienen alas y quieren abrirlas.
Lo importante es el corazón sensible, la libertad asumida y la pasión a flor de piel.
Tú quedas adentro. En el cimiento de su edificio, en la raíz de su árbol, en la corteza de su estructura, en lo profundo de su corazón. Tú quedas atrás. En el beso que les mandas. En la oración que los sigue. Tú quedas siempre en su interior, aunque cambies de lugar.
domingo, 17 de agosto de 2014
Toma el control de tus actos
El campo de batalla es nuestra mente. Satanás, nuestro enemigo, sabe que si él puede ganar en el área de nuestros pensamientos, nos tiene cautivos. Pero podemos tomar control y rechazar en el Nombre de Jesús todo pensamiento que nos va a ensuciar. A lo mejor has oído el dicho.
“No puedes evitar que un pájaro vuele sobre tu cabeza pero si puedes evitar que haga nido allí”. Ten cuidado con lo que ves, a través de la televisión, las películas, videos, revistas, etc. y así evitaras muchas de las batallas en tu mente.
La decisión firme de no cometer fornicacion, ni otro pecado sexual, tiene que ser hecha ANTES de estar en el calor o en la tentación. Si no has hecho una decisión antes en tu mente y con tu voluntad, pero para un joven que desea honrar a Dios es lo opuesto: su voluntad controla a sus emociones.
Hay una promesa maravillosa de Dios en el área de nuestros pensamientos.
“Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas… llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. (2 co. 10:4,5)
Escucha estos cuatro pasos:
SIEMBRA UN PENSAMIENTO, COSECHA UN ACTO.
SIEMBRA UN ACTO, COSECHA UN HABITO.
SIEMBRA UN HABITO, COSECHA UN ESTILO DE VIDA.
SIEMBRA UN ESTILO DE VIDA, COSECHA UN DESTINO.
Estos pasos funcionan para bien o para mal.
Siembra un pensamiento sano, cosecha un acto sano.
Siembra un acto sano, cosecha un habito sano.
Siembra un hábito sano cosecha un estilo de vida sano.
Siembra un estilo de vida sano, cosecha un destino Santo.
Tu, joven, has sido llamado a un destino alto, un destino de hacer grandes cosas en el Reino de Dios. No has sido llamado a la mediocridad, sino a la excelencia. Y esto empieza con tus pensamientos.
Un pensamiento nos puede llevar a grandes cosas joven como a perdición pero viviendo bajo el termo de Dios, ayuda a tener un pensamiento fuerte y una voluntad fuerte.
Jehová es el señor!!
“No puedes evitar que un pájaro vuele sobre tu cabeza pero si puedes evitar que haga nido allí”. Ten cuidado con lo que ves, a través de la televisión, las películas, videos, revistas, etc. y así evitaras muchas de las batallas en tu mente.
La decisión firme de no cometer fornicacion, ni otro pecado sexual, tiene que ser hecha ANTES de estar en el calor o en la tentación. Si no has hecho una decisión antes en tu mente y con tu voluntad, pero para un joven que desea honrar a Dios es lo opuesto: su voluntad controla a sus emociones.
Hay una promesa maravillosa de Dios en el área de nuestros pensamientos.
“Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas… llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. (2 co. 10:4,5)
Escucha estos cuatro pasos:
SIEMBRA UN PENSAMIENTO, COSECHA UN ACTO.
SIEMBRA UN ACTO, COSECHA UN HABITO.
SIEMBRA UN HABITO, COSECHA UN ESTILO DE VIDA.
SIEMBRA UN ESTILO DE VIDA, COSECHA UN DESTINO.
Estos pasos funcionan para bien o para mal.
Siembra un pensamiento sano, cosecha un acto sano.
Siembra un acto sano, cosecha un habito sano.
Siembra un hábito sano cosecha un estilo de vida sano.
Siembra un estilo de vida sano, cosecha un destino Santo.
Tu, joven, has sido llamado a un destino alto, un destino de hacer grandes cosas en el Reino de Dios. No has sido llamado a la mediocridad, sino a la excelencia. Y esto empieza con tus pensamientos.
Un pensamiento nos puede llevar a grandes cosas joven como a perdición pero viviendo bajo el termo de Dios, ayuda a tener un pensamiento fuerte y una voluntad fuerte.
Jehová es el señor!!
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