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jueves, 16 de septiembre de 2010
Gracias Mi amado señor, Por tu amor
Sabes aveces siento que mi alma desfallece porque este cuerpo humano es débil, mas se que mi redentor esta vivo y siempre esta a mi lado. También se, que debo pelear esta batalla, hasta el fin. Aun estoy esperando el regreso de mi amado Jesús. Pero no estoy desesperado. Que importa el tiempo que pace, solo se que mantengo mi anhelada esperanza de ver a mi amado señor algún día. Siempre recuerdo una hermosa melodía que dice de esta manera: algún día te veré, y ante ti, me postrare, en señal de adoración. OH mi amado señor, cuanto te amo, porque se que eres mi amigo mas especial. Mis momentos de angustias los paso contigo en mis días difíciles estas ahí, siempre. Como no he de adorarte mi amado redentor, pues has cambiado este corazón de piedra en un verdadero corazón de carne. Para alabar glorificar tu santo y bendito nombre. ¡Aleluya…¡ mi alma te bendice, te alaba, y te glorifica, por siempre. Mi amado sanador. Tú mantienes mi anhelada esperanza siempre en alto. Pues, no le temo a las vicisitudes de este mundo, son como un pasa rato, comparado con las cosa hermosas que tú padre amado me ofreces, OH mi gran señor, ¿porqué me amas tanto?¿si tanto te he fallado?, ¿porqué me cuidas tanto? ¿si te soy tan infiel? ¿Porqué enviar a Jesucristo, a morir, por este pecador que solo te a sido infiel? Sabes señor creo que no merezco tanto. Pero tú eres Dios, mi gran señor. Mi gran amor. Mi gran creador. Ahora padre bueno, me despido pero no de tu presencia. Hasta pronto. Atte.: isidro Hilton
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