Saben mi abuelo era un hombre de Dios llamado Elías. cada Domingo se levantaba de mañana, se afeitaba se preparaba para ir a la iglesia, de Dios de la profecía, para adorar y glorificar a Dios. Para luego los lunes marchar al campo a sus labores cotidianas, como el Engaje de un hombre del campo. Yo siempre junto a el. Cuantos recuerdos puede tener una persona de ese abuelo, trabajador de Dios. Amador de la verdad, que gran ejemplo fue para mi el abuelo Elías , a pesar de que en esos momento, llegada mi adolescencias, tal ves no supe apreciar. Pero, cuanto agradezco esos consejos sabios, de: el abuelo, Elías. Pues les cuento más. Así era la rutina cotidiana del abuelo, de lunes a domingo. Recuerdo que desde el miércoles, el abuelo comenzaba a preparar los productos, para marchar el viernes, para el pueblo de la ciudad y luego el sábado venderlos, para comprar algunos alimentos, para el hogar. Luego el Domingo, la misma rutina y luego al campo. Yo, siempre a su lado, de aquí para allá y de allá para acá. Nunca voy a olvidar ese viejo radio, en donde el escuchaba esos mensajes de salvación… Que a el tanto le en cantaba. ¿Quien podía ponerle las manos a ese viejo radio? si no fuera para escuchar, la radio cristiana, je jeje… pero llego un momento en que el abuelo, Elías fue afectado por una terrible enfermedad , maldita de esas que el enemigo, le pone de tropiezo a la humanidad, para distraernos del camino del señor. Pero el abuelo tenia sus raíces espirituales , muy pero muy profundas. El abuelo, murió, afectado por un cáncer, de próstata. Pero murió en el señor. Con la gracia de mi amado salvador y señor, Jesús, después de una larga enfermedad. Que Dios siempre te bendiga abuelo Elías. Atte.: Isidro Hilton
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domingo, 19 de septiembre de 2010
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