La Romana. Tras una larga batalla con el cancer, fallecio en esta ciudad el reconocido pastor Abad Carpio, que pastoreaba la iglesia Asamblea De Dios Central en esta ciudad de La Romana.
El pastor, quien pastoreaba una de las iglesias mas grandes y antiguas de esta ciudad, tenia un tiempo considerable en el pastorado mas de 50 años al frente de la referida iglesia.
Su vivienda fue practicamente abarrotada por los feligreses del templo que dirige y de personas muy allegadas a la familia en condolencias por la partida del ministro religioso que hizo aportes significativos en materia religiosa y cultural en esta ciudad.
SEMBLANZA
Cada cierto tiempo nacen personas que por su accionar repercuten en su medio circundante, entre sus contemporáneos y en las siguientes generaciones. Es por ello que en esta breve biografía sobre la vida y ministerio del pastor Abad Carpio, quien nació en Hato Mayor del Rey el día primero de septiembre del año 1933, es necesario reflexionar sobre su influencia y legado.
Abad Carpio |
Al Pastor Abad Carpio lo caracteriza una personalidad seria y calmada a la vez, aun en las peores circunstancias. Su nombre, Abad, es una de las 3 palabras principales en hebreo, utilizadas en el AT para la adoración, cuyo significado es trabajar, servir, adorar, lo cual describe la esencia de un siervo de Dios cuyo uno de sus lemas es “el que no vive para servir, no sirve para vivir”.
A la edad de veinte años recibió al Señor Jesús como su salvador, y luego de ser bautizado aceptó el llamado para el ministerio pastoral. Con tal propósito trabajó durante dos años y con sus ahorros comenzó sus estudios en el Instituto Bíblico de Las Asambleas de Dios, donde por su dedicación y consagración se ganó la admiración de sus profesores.
Años más tarde, hacia el año 1969, el pastor Abad Carpio pudo complementar sus estudios con el Instituto de Superación Ministerial de Las Asambleas de Dios, mejor conocido por sus siglas ISUM. Para tales fines, viajó a Colombia, e igualmente a Venezuela; mientras el último año del mismo lo realizó en la República Dominicana.
Al concluir sus estudios en el Instituto Bíblico, el Concilio lo envió a Miches donde tuvo su primera experiencia como pastor. Luego, el Comité Ejecutivo lo trasladó a la segunda iglesia de la capital, localizada en la calle 21. Entre ambas congregaciones permaneció diez años.
Mientras transcurría el segundo año en el ministerio pastoral, asistió a la Conferencia General Anual del Concilio en Santo Domingo, donde conoció una joven llamada Mirtha Dinorah Lappost Santana, con quien meses más tarde contrajo matrimonio, y de cuya unión tienen tres hijos, dos hijas y diez nietos.
Es oportuno hacer notar, que los esposos Carpio cumplieron cincuenta y cinco años de relación matrimonial. Respecto a la duración de su matrimonio, citamos las siguientes palabras del pastor Abad Carpio: “Nunca pasó por mi mente divorciarme. Este ha sido uno de mis principios: Hasta que la muerte nos separe, como lo establece Dios”.
En 1967, el Concilio lo trasladó a la única congregación de Las Asambleas de Dios que había en ese momento en La Romana, hoy conocida como la Iglesia Asamblea de Dios Central, donde ha permanecido hasta hoy.
Bajo su ministerio, esta congregación ha experimentado un gran desarrollo y crecimiento que comenzó cuando el pastor Carpio implementó un plan de trabajo, inicialmente por veinte semanas, dividiendo la iglesia en más de veinte grupos, en los cuales cada uno de los ministerios de Damas, Jóvenes y Caballeros, fueron activados para llevar a cabo cultos de evangelización a los hogares. Como resultado de ese trabajo, muchos conocieron a Jesucristo como su salvador y se integraron a la iglesia.
Desde su llegada a La Romana, en Septiembre de 1967, Además de la actividad evangelística, Dios le motivó a fundar el Colegio Evangélico Sinaí, el cual inició en el sótano de la iglesia con una directora, tres maestras y media docena de niños.
A Dios sea la gloria y el reconocimiento, por el hecho de que el Colegio Evangélico Sinaí ha llegado a tener hasta 1,500 estudiantes, y cuenta con un personal docente, administrativo y conserjería, de unas ochenta personas. En términos de empleos, el colegio beneficia a los hermanos que ejercen más que una profesión, el ministerio de la enseñanza, formando de la manera más elevada, con principios y bases cristianas, a nuestras siguientes generaciones.
Gracias al Colegio Sinaí, muchos de nuestros niños han sido educados en un ambiente cristiano, muchos niños de familias no cristianas han conocido al Señor Jesucristo, ellos y sus padres. De manera que el colegio es un fructífero campo de evangelismo. Asimismo, por la calidad de su enseñanza se ha ganado un buen y merecido lugar en el sector de la educación. Esto se puede avalar por los testimonios de algunos egresados, que han recibido becas y han sido reconocidos aun en universidades en el extranjero.
Debido al crecimiento numérico de la congregación, fue necesario hacer dos ampliaciones y mejoramientos al templo; una en 1975 y otra en 1981 y en el 1997 respectivamente; de las cuales el pastor mismo fue el maestro constructor. En adición, en el año 1995 fue adquirido el edificio (ubicado en el lateral este del templo, donde funcionó un negocio denominado Plaza Latina) aledaño al templo, Plaza Latina, el cual aporta aulas adicionales para Escuela Dominical y cuenta con uno de los salones de actos más grande de La Romana.
En este edificio se instaló también una planta purificadora de agua que brinda este bien a bajo costo y que ha sido de mucha bendición para los hermanos de la congregación así como a toda la comunidad.
Gracias a las facilidades que el templo ofrece, ha sido sede de eventos importantes, como convenciones, seminarios y cursillos tanto a nivel nacional como local.
El pastor Abad Carpio ha sido un hombre de visión no meramente como define el diccionario: “Imaginar lo que no existe”. Cuando un siervo de Dios es un hombre de visión, no es necesariamente por tener ideas brillantes ni desarrollar al máximo su (sus) capacidades o talentos, sino más bien por entender el plan y propósito de Dios en el ministerio al cual lo ha llamado y esforzarse en hacerlo realidad.
Una parte muy importante de la visión del pastor Abad Carpio, ha sido plantar nuevas iglesias, así como formar y preparar obreros para el trabajo pastoral. Para esto ha dedicado tiempo, recursos económicos y arduo trabajo. Como resultado, Dios le ha permitido fundar varias congregaciones en los municipios de La Romana, batey Higüeral, Villa Hermosa y San Rafael de Yuma en el municipio de Higüey.
La primera iglesia que el pastor Abad Carpio fundó y además fue pionero, pues allí no había ninguna otra iglesia, fue en la Isla Saona.
Entre esas congregaciones Iglesia AD Torrente de Cedrón, en Higueral; Iglesia AD de San Rafael de Yuma; en La Romana, 3ra. Iglesia AD El Tabernáculo, 4ta. Iglesia AD Lugar De Su Presencia, 5ta. Iglesia AD Manantial de Vida, Iglesia AD Fuente de Vida, Iglesia AD El Santuario, Iglesia AD Fuente Inagotable; en Iglesia AD Monte Calvario, Iglesia AD Monte Carmelo, Capilla AD Monte Hebrón y Capilla AD Elishama.
Hay que destacar también otros ministros y ministerios importantes que han marcados vidas no sólo en esta nación, que han salido de este ministerio, a saber,
Pastor/as: Ángel López, Ramón y Oristelia France, Esteban y Felicia Taveras, Mencía Esther Feliciano, Aristóteles y Julia Bautista, Luis Santana en La Romana, Antonia de Mateo en Santo Domingo, Noemí Rolling, en Santiago de los Caballeros, Eliza Sánchez,
Manolito Martínez, Andrés Veloz, Alberto y Georgina Inirio, en Estados Unidos, Juan y Mary Guerrero, en Europa.
Evangelistas: René Martínez, Ramón Eladio Henderson, Yack Maicol Soriano, Víctor Santana entre otros. Misioneros: Manuel Santana, Ministerio Hijos de Luz, entre otros. Sin lugar a dudas es una de las iglesias que más ministerios ha “parido” para la gloria de Dios.
Continuando con su visión, el pastor Carpio ha querido construir un campamento vacacional y (de) retiro espiritual. Para este proyecto la iglesia adquirió unos terrenos localizados entre La Romana y San Pedro de Macorís y en los que ya se han realizado algunos trabajos.
Tanto el pastor como su esposa han sido muy emprendedores. El pastor Abad Carpio tomó en serio lo que dice el apóstol Pablo respecto a su sostenimiento personal y el de su familia: “He trabajado con mis manos, para no ser gravosos a ninguno de vosotros”. 1 Ts. 2:9.
Durante sus años como pastor en la capital, sus ingresos económicos eran muy bajos, pero en los años sesenta, durante un viaje que realizó a Estados Unidos, le hicieron algunas ofertas para quedarse y pastorear en aquel país. Firme en su convicción de su llamado a pastorear en República Dominicana, declinó esas ofertas. Gracias a algunas ofrendas que recibió de las iglesias donde predicó, pudo ampliar el templo de la 2da. Iglesia de Santo Domingo. Años más tarde, en un segundo viaje trabajó secularmente en Estados Unidos. A su regreso, invirtió lo ahorrado en dos carros de transporte público. A pesar de tener esos dos autos que le proporcionaban ciertos ingresos económicos diariamente, el pastor hacía su trabajo pastoral en una bicicleta.
Además de su trabajo pastoral en La Romana, el pastor Carpio trabajó, como maestro constructor, (tanto) en las ampliaciones que se le hicieron al templo, como en la construcción del colegio, como así como (con) otras construcciones particulares. Por otro lado en la casa, la hermana Mirtha compraba leche al por mayor y la vendía al por menor. Igualmente criaban cerdos, los vendían, y con ello obtenían alguna ganancia.
Originalmente, la Librería Vida Nueva fue parte de la visión del pastor Carpio como un ministerio de la iglesia, pero hubo necesidad de venderla. No hubo interesados en comprarla por lo que él y Da. Mirtha la adquirieron. Desde entonces, la librería sigue ofreciendo ayuda espiritual por medio de la literatura cristiana.