Miles de los refugiados iraníes se están convirtiendo a Cristo en Turquía, gracias a la labor de evangelismo de pastores, que desafían las leyes religiosas musulmanas prohibiendo la conversión a otra religión.
Uno de estos pastores es Karl Vickery, que predica en un auditorio, ante un público cuyo idioma no comprende. Para hablar de Jesús, el pastor estadounidense tiene la ayuda de un traductor persa. En una sala de conferencias de un hotel de la ciudad de Denizli, Turquía, unos 60 iraníes cantan alabanzas a Dios.
"No soy famoso ni rico, pero yo conozco a Jesús. Yo tengo a Jesús", dice el pastor, mientras un nuevo convertido de habla Farsi, grita: "¡Aleluya!" y aplaude. Al final del mensaje, Vickery ofrece orar por cada persona en la salida.Sigue leyendo aquí