Mi buen amigo

Cuánto me gustaría ser
La ayuda que tú has sido para mí
De los tantos por los que oro, tú eres
Uno por el cual le pido a Dios
Ricas bendiones, de las más selectas que posee
Y te conceda su benevolente cuidado…
Cuando yo recuerdo, de tanto en tanto,
Cómo has inspirado mi corazón
Me encuentro inclinado orando
Que Dios bendiga a mi amigo hoy
Con mucha frecuencia, ante su trono de Gracia,
Me viene el recuerdo de tu rostro
y entonces, instintivamente, oro
para que Dios te guíe por todo el camino…
Espero algún día, estar parado contigo
Delante del trono, a la diestra de Dios:
Y decirte, al final del camino:
Alabado sea el Señor, porque tú has sido mi amigo
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