David decía: "La alabanza de continuo está en mi boca". ¿Quién sufrió
más que David? Pocos sufrieron más que él. Pero, ¿quién se gozaba más
que David en su Dios? Ustedes recuerdan que él solía danzar delante del
pueblo, con sus vestiduras reales. Cuando había fiesta, cuando había
motivo de gozo, como cuando llevaban el arca a Jerusalén, David cantaba y
danzaba. En los salmos de David encontramos muchas lágrimas; sin
embargo, encontramos también muchos gritos de victoria. A medida que
vamos avanzando en el libro de los Salmos, la alabanza al Señor, la
adoración, va en aumento. Es como esas obras musicales en que los
instrumentos se van agregando, en un 'crescendo' maravilloso. Al final,
toda la creación alaba al Señor. Al principio, parece que es débil
todavía, sólo los creyentes participan en ella, pero al final de los
Salmos encontramos que toda la creación le alaba, y que todos los
instrumentos se unen a alabar al Señor en esa sinf
onía preciosa.
La exaltación del Señor en los cielos
Pueblo de Dios que las lágrimas no opaquen el gozo, que los problemas
no nos hagan bajar la mirada. Nosotros tenemos un Señor exaltado. No
está en la tumba, Jesús se levantó de la tumba. Él está sentado arriba
en la gloria, fue recibido por el Padre. Y cuando él fue recibido,
ustedes saben, qué gozo hubo en los cielos. Leamos, recordémoslo. Salmo
24. Leamos juntos un trozo de este salmo; aclamemos al Señor con nuestro
corazón, llenémonos de júbilo, porque Jesús está en el trono. Cuando el
Señor fue recibido arriba, estas son las palabras que se dijeron en
esos lugares celestiales:
"Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién
es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso
en batalla. Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras,
puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de
gloria? Jehová de los ejércitos, él es el Rey de la gloria" (Salmo
24:7-10). ¿Quién es el Rey de gloria? ¡Jesús de los ejércitos, él es el
Rey de la gloria!
La exaltación del Señor en los cielos
Pueblo de Dios que las lágrimas no opaquen el gozo, que los problemas no nos hagan bajar la mirada. Nosotros tenemos un Señor exaltado. No está en la tumba, Jesús se levantó de la tumba. Él está sentado arriba en la gloria, fue recibido por el Padre. Y cuando él fue recibido, ustedes saben, qué gozo hubo en los cielos. Leamos, recordémoslo. Salmo 24. Leamos juntos un trozo de este salmo; aclamemos al Señor con nuestro corazón, llenémonos de júbilo, porque Jesús está en el trono. Cuando el Señor fue recibido arriba, estas son las palabras que se dijeron en esos lugares celestiales:
"Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla. Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, él es el Rey de la gloria" (Salmo 24:7-10). ¿Quién es el Rey de gloria? ¡Jesús de los ejércitos, él es el Rey de la gloria!
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