Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre si sus vestidos, echando suertes.
Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo. Si éste es el Cristo, el escogido de Dios.
Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre.
Y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
Había también sobre él un titulo escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS.
Uno de los criminales que estaban clavados junto a Jesús también lo insultaba:
--¿No que tú eres el Mesías? Sálvate tú, y sálvanos a nosotros también.
Pero el ladrón de la derecha, lo reprendió: --¿No tienes miedo de Dios? ¿Acaso no estás sufriendo el mismo castigo? Nosotros sí merecemos el castigo, porque hemos sido muy malos; pero este hombre no ha hecho nada malo para merecerlo.
Luego, le dijo a Jesús: --Jesús, no te olvides de mí cuando comiences a reinar.
Jesús le dijo: --Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.
San Lucas 23:34 al 43.
Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloy Eloy, lama sabactani que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? San Marcos 15:34 luego dijo:
"Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu"
En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, OH Jehová, Dios de verdad. Salmos 31:5
Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad.
Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró. San Lucas 23:44 al 46
RESUCITÓ AL TERCER DÍA.
Debemos recalcar que la Resurrección es verdad porque Dios, el testigo más confiable, quien nunca miente y sabe todo, nos dice en Su Palabra que las cosas ocurrieron tal y como están registradas. Pablo dice. ‘Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras’ (1 Corintios 15:3-4, énfasis añadido).
LA IMPORTANCIA DE CREER EN LA RESURRECIÓN DE JESUCRISTO.
Mientras contemplamos el verdadero significado del Domingo de Resurrección, recordemos ¡qué tan importante es creer la Palabra de Dios. Porque Jesucristo vive y esta sentado a la diestra del Padre y es el único que intercede por nosotros, nos ama con amor eterno y desea lo mejor para nosotros el nos dice:
Calla en la presencia de Jehová el Señor, porque el día de Jehová esta cercano; porque Jehová ha preparado sacrificio, y ha dispuesto a sus convidados. sofonías 1:7.
Dios habla a través de tu conciencia; cuando callas y aquietas tu alma, el susurra a tu corazón palabras de amor, de consuelo, de aliento. El te guía, te instruye, te muestra el camino; pero para escucharlo, es necesario estar en silencio.
“Calla, y te enseñaré sabiduría” Job 33:3.
Hijos amados los invito a que se sienten aquí conmigo y mediten en la quietud de su ser, permitan que su alma descanse serenamente, dejen atrás sus problemas y preocupaciones. Escuchen mi voz amorosa, regocíjense en confiarme toda su existencia y yo los colmaré con todo bien. Permitan que yo esté completamente a cargo. Tengan presente que cuando me entregan todas sus preocupaciones, yo las recibo con amor y con infinita compresión. Yo les aseguro que para cada problema yo soy la solución, para cada necesidad yo soy la provisión, para cada plegaria yo soy la respuesta.
Suelten y dejen ir. Confíen en mí desde lo más profundo de su alma, tengan la seguridad que aquellas cosas que me han encomendado yo las puedo lograr. Ábranse a recibir un caudal de vida, un caudal de amor, un caudal de sabiduría. Salud perfecta y paz mental. Porque bienaventurados son aquellos que creen aun si haber visto. Yo Soy Dios el Altísimo que está en medio de vosotros. Al estar conciente de mi presencia, habrá armonía en los más íntimos detalles de su existencia. Nada se me olvidará. Hasta las cosas más difíciles se han de resolver, dentro de un plan divino y perfecto.
Clamen a mí y les responderé. Ustedes llorarán y yo diré, aquí estoy. Pídanme que yo acuda y les quite el miedo o alguna condición en particular y yo lo haré. Yo soy el consuelo de los acongojados, yo respondo a su llamada y escucho sus suspiros. Yo los guío en justicia y hago que su camino sea recto. Yo los consolare y remplazare sus sufrimientos con alegría, porque mi Espíritu que mora en ustedes es mayor que cualquier circunstancia en su vida. Permítanme ungirlos con mi luz, dejen que mi rostro los envuelva.
Yo soy la respuesta a sus suplicas, ciertamente con alegría saldrás y tendrás paz. Mi amor elimina toda expresión de esfuerzo de su rostro y suaviza sus arrugas convirtiéndolas en frescura y felicidad. Mi gozo lava todo sufrimiento y pesadumbre de su existencia. Yo seco toda lágrima, remuevo todo error, me olvido de sus faltas en el pasado, están sin mancha o imperfección. Mirad, yo soy el purificador, yo soy el consuelo sagrado, yo soy su ayuda. Soy yo quien sostiene su vida. Si necesitan claridad de pensamiento en cuanto a lo que deben o no deben hacer, dejen a un lado todo tipo de ansiedad. Declaren en silencio que mi sabiduría es su guía y que mi amor por la armonía es el principio que rige en su vida.
Yo soy Dios y los amo. Yo estoy aquí. Clamen mi nombre y yo los salvaré. Yo escucho su voz, yo los libero de sus enemigos y les ofrezco paz. Que no se turbe su corazón, tampoco tengan miedo, porque yo soy el Señor su Dios. Vengan a mí con fe y entréguenme sus cargas y preocupaciones. Déjenme limpiar su corazón y los liberaré de duda y temor. A veces pudieran sentirse débiles e incapaces de enfrentarse a la vida y sus responsabilidades. Piensan que llevan unas cargas que son muy pesadas para ustedes. Será que no han escuchado mi mandato? Esfuérzate y cobra animo, no temas ni desmayes, porque yo estoy contigo donde quiera que estés.
Llamen y yo les contestare y les hablaré de grandes cosas, de las cuales aun no sabes. Porque todo lo que pidan en oración, creyendo que lo reciben, lo recibirán.
Yo estoy con ustedes y estaré, inclusive hasta el final de los tiempos. Rindan sus cargas a mis pies, suelten sus preocupaciones, teniendo la seguridad que el bien está encarnado en ustedes y envuelve todo su ser. Esperen por mí en el silencio, así conocerán mi divina presencia. Aquiétense ante mí para que estén concientes de mi amor. Aquietarse va más allá de simplemente cesar toda actividad. Significa calmar su mente, su cuerpo y su espíritu, para que puedan sentir mi presencia. Estoy cerca de ustedes, mas cerca que sus manos o sus pies, más cerca que su aliento. Estad quietos y conoced que yo soy Dios.
No hay limitaciones o restricciones, solo hay plenitud. Nada es imposible para mí, y en la medida que esten unidos a mi, nada será imposible para ustedes. El lugar donde se encuentran es tierra santa. A donde pueden escapar de mi Espíritu? Si bajaran a las profundidades de la tierra, allí estoy. Si anduvieran en valles de sombras de muerte, allí estoy. No están solos, no están abandonados. Yo estoy donde ustedes están. No tienen que buscar para encontrarme, yo no estoy perdido. Ustedes no están perdidos. No los he perdido. Sólo un mero susurro y contestaré su llamada.
Yo soy su refugio y fortaleza. Una ayuda real en momentos de adversidad. Soy su seguridad en momentos de necesidad. Estoy en medio de ustedes, no les fallaré ni los abandonaré, porque yo el Señor Dios Omnipotente reino. No teman, sean firmes y verán la liberación que haré a su favor. Estoy en medio de ustedes nada puede perturbarlos, yo los ayudaré, porque yo el Padre que mora dentro de ustedes realizo las obras. Yo tengo poder sobre todo. El mundo con toda su confusión de eventos externos, no tiene poder sobre mí, porque yo que estoy en ustedes, soy más grande que aquel que está en el mundo.
Ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. Romanos 8:39
Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios. Efesios 3:17-19.
Amados hermanos confiemos plenamente en las promesas de nuestro Dios Padre Jesucristo quien en la trinidad se manifiesta en: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
En un mundo donde parece reinar ocaso y lo fortuito, necesitamos fe constante en un Salvador amante y consciente, que puede librar y salvarnos en todo momento. Ese Salvador es nuestro Señor Jesucristo. Dios te bendiga. Asta una proxima.att:…………
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viernes, 2 de abril de 2010
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