Hay
quienes están cercanos a Dios, y creen ser suficiente pero no lo es.
Podemos estar cercanos a un amigo; pero muy diferente será si lo
invitamos a vivir a nuestra casa, y le damos a compartir una cama en
nuestra habitación. También podemos estar muy cercanos a alguien que
estamos enamorados; pero será muy diferente si se concreta una boda, y
pasamos a convivir íntimamente. Así es la relación que tenemos que tener
con el Espíritu Santo de Dios: no cercana ni eventual; sino íntima y
permanente. TE QUIERO MUCHO. HASTA LA PROXIMA
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