Un pastor evangélico se suicidó tras aparecer su nombre en la lista de usuarios de Ashley Madison, la web que fomenta el adulterio que fue hackeada el pasado mes de junio.
John Gibson era pastor y profesor en el seminario Teológico Bautista de Nueva Orleans. Estaba casado y tenía dos hijos.Su hija, Callie, le estaba dando clase a 250 estudiantes universitarios cuando recibió la llamada. Su padre se había suicidado.Era el 24 de agosto, seis días después de que los hackers expusieran los nombres de millones de personas que se habían registrado en Ashley Madison. Su esposa, Christi, encontró el cuerpo de su esposo.
“Fue uno de esos momentos para los que la vida no te prepara”, explicó a CNN. “Tuve que llamar a mis hijos. ¿Cómo les dices a tus hijos que su padre se ha ido y que él se quitó la vida?”.
En su nota de suicidio, Gibson hablaba sobre “la depresión”. También decía que “sentía muchísimo que su nombre estuviera en la lista de Ashley Madison”, dijo Christi. “Lo que sabemos de él es que le dio su vida a otras personas y que a todos los demás les ofreció gracia, misericordia y perdón, pero que, de alguna manera, fueron cosas que no pudo extenderse a sí mismo”, expresó la viuda.
Ashley Madison fue hackeado en julio y se dio a conocer la información personal de los usuarios en agosto. Desde entonces, las autoridades de Toronto han dicho que están investigando suicidios que podrían estar relacionados con la descarga de datos. Los hackers también han enviado mensajes de correo electrónico para extorsionar a las personas que estaban en la lista. http://prensacristiana.org/
Gibson dijo que su esposo probablemente estuvo preocupado porque podría haber perdido su trabajo.
“No era tan malo como para que nosotros no lo hubiéramos perdonado y así nos lo han dicho muchas personas pero, para John, hubiera supuesto una vergüenza”, dijo.
Gibson, de 56 años de edad, era conocido como un gran maestro con una “risa peculiar”, pero que había luchado con la depresión y la adicción en el pasado, dijo su familia. Desde su muerte, su familia ha hecho un pacto para ser más transparentes entre sí respecto a sus luchas.
“EL PODER DEL AMOR ES MAYOR”, DICE SU VIUDA
Christi Gibson tiene un mensaje para los 32 millones de personas expuestas y para sus comunidades.
“Estas eran personas reales con familias reales, dolor real y una pérdida real”, dice. Sin embargo, “no subestimen el poder del amor. Nada vale la pérdida de un padre, un esposo y un amigo. Simplemente no lo vale. No lo vale en absoluto”.
LLAMADOS A ENFATIZAR LA RESTAURACIÓN
El escándalo de Ashley Madison ha impactado no sólo a la sociedad, sino también a la iglesia evangélica. Según el estadista Ed Stetzer, en Estados Unidos y Canadá unos 400 líderes evangélicos – entre ellos pastores, ancianos y diáconos – han tenido que dejar su ministerio a causa de ser usuarios de la página que fomenta el adulterio.
Admitiendo la gravedad de las revelaciones para las familias y las iglesias, el evangelista Franklin Graham mostraba su preocupación por las consecuencias. “Trágicamente, algunos se han suicidado por la vergüenza, y la vergüenza de su pecado al ser hecho público”, escribió Graham. “El efecto dominó de esta exposición ha sido multifacética, incluyendo fraudes y extorsiones de clientes desesperados para detener la exposición de su infidelidad. Si usted está viviendo con miedo a causa de sus pecados, quiero que sepa que sus pecados pueden ser perdonados”.
Thomas Rainer, presidente de LifeWay Research, vinculado a los Bautistas del sur, escribió que “el adulterio no es nuevo en el mundo cristiano”, y sugirió varias “formas en la que tanto los líderes de la iglesia como los miembros pueden hacer frente al escándalo”. Los pastores “deben acompañar” a aquellos que reconozcan el adulterio y “abordarlo con gracia” .“Ser lleno de gracia no significa que minimizamos los pecados de adulterio, la mentira y la traición”, escribió. “Pero es muy triste y trágico cuando los cristianos en la lista tienen que tener miedo y menos esperanza que los no creyentes en la lista. Me temo que algunos cristianos tomarán una actitud legalista y de juicio, cuando la gracia debe ser lo que reine”.
Ed Stetzer escribió un artículo para aquellos que han cometido adulterio. “Lo primero”, dice Stetzer, es “no quitarse la vida”. “No importa lo grande que sea la ofensa, el suicidio no es la manera de enfrentar el fracaso”.
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