Lleva barba, piel blanca, pelo largo y rubio, túnica blanca y un pañuelo rojo que podría ser una estola. No hubo dudas, se parecía a Jesús y todos corrieron a verle, admirarle y adorarle.
Antonio Boretti, un turista italianos que visita Zambia por primera vez, fue rodeado por una multitud de hombres y mujeres mientras transitaba a pie por un camino polvoriento a Chipata.
Fue grande la conmoción que causó, pues su parecido con el estereotipo de Jesucristo es asombroso, a tal punto que la gente creía que era realmente el Hijo de Dios y que había regresado para dar inicio al Día del Juicio.
A su paso salió gente humilde a venerarlo, a confesar y pedir perdón por sus pecados y a entregarle regalos como gallinas, cabras y dinero, según publicó este miércoles el portal Malawi Voice .
Por un buen rato, Boretti, disfrutó la conmoción que había causado, pero no queriendo mantener a la gente engao, se apresuró a explicarle a la gente que él no era Jesús, sino un turista, nacido en Italia y que estaba disfrutando la hospitalidad de la buena gente de Chipata.
Grande fue la decepción que se llevaron los “adoradores” al enterarse que se habían equivocado de hombre. La misma reacción se generó en los medios periodísticos de Zambia, un país principalmente cristiano, pero en el que están ganando espacio los musulmanes sunitas.
“Este es un caso caso de identidad equivocada”, “Jesús era un judío, del Medio Oriente, quemado al sol y por lo tanto no era rubio” publicó el diario This is África y agrega “es el signo triste del impacto de los medios occidentales y las ideologías sus africanos asociados. Quienes han vendido una falsa representación de Jesús predominante en la cultura occidental. Definitivamente, el hijo de Dios no pudo ser rubio, ni de ojos azules” finaliza la crítica.
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