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jueves, 25 de octubre de 2012

Les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.

Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

El que hace suyos mis mandamientos y los obedece es el que me ama. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.

¿Por qué, Señor, estás dispuesto a manifestarte a nosotros, y no al mundo? El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él.

¡Al único Dios, nuestro Salvador, que puede guardarlos para que no caigan, y establecerlos sin tacha y con gran alegría ante su gloriosa presencia, sea la gloria, la majestad, el dominio y la autoridad, por medio de Jesucristo nuestro Señor, antes de todos los siglos, ahora y para siempre! Amén.