Sus grandes
promesas son maravillosas
sus grandes dádivas
son para aquellos
que le aman.
sus grandes descontentos
son para los
desobedientes, y aun así
el los ama,
aunque no ame
sus actos. Ese
es el Dios
que yo conozco.
El Dios de
amor, pero fuego
consumidos y celoso.
Dios padre mío… te amo
mi gran señor.
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