Ah que bien; soy feliz. Pues soy
un feliz árbol, en donde todos los que necesitan
de cobija y sombra, vienen a contarse sus penas y sus alegrías. Te doy gracias Dios, por esa cobija natural,
que tú me has dado para, dar vida en abundancia. Te quiero Dios tu eres fiel. Gracias por Jesucristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario