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sábado, 16 de octubre de 2010

Que Su Gracia Se Manifieste

                                                                                                                                                                      ¡! Claro que se puede ¡! Cristo vino para liberar y salvar los perdidos.


Saben escuché una historia que me gustaría, compartir contigo, amigo lector. Es la historia de un joven que esta vez, llamaré William. Este joven ha penas contaba con unos 15 años de edad, su padre descubrió que el tenia decentecitas homosexuales, pues le Abia descubierto, teniendo relaciones con uno de su mismo sexo. Su padre solo le mostró la puerta, de salida de la casa, porque el, su padre, no entendía como podría tener dentro de su familia, un homosexual. El joven al verse en la calle, como toda ave del mismo agüero, siempre busca su misma descendencia, este joven recalo, en un prostíbulos. En donde se prostituyo, vendiendo su cuerpo. y contaba el, que habían noches que al llega a su viejo cuarto, lloraba inconsolablemente, y le preguntaba a Dios, si una basura como el, podría reestructurarse. Pero: decía que no encontraba respuestas. Su padre le había prohibido a su madre que tuviera ningún tipo de acercamiento con el, pero su madre siempre se las ingeniaba para verlo. Hasta que un día ella le regaló un cassette, de una prédica de un pastor. Pero según cuenta el, lo tomo y lo guardo, como un caso olvidado. Mas tarde cuenta este joven que llego un momento que ya el, no soportaba mas su vida supuesta de “ felicidad”. Un día al llegar una ves mas al viejo cuarto, lloro… y lloro… de amargura hasta que recordó ese viejo cassette, que su madre le había regalado. Lo tomó y lo colocó en una vieja casetera que el, tenia y empezó a escuchar las palabras de aquel pastor que decía: tu que estas en agonía. que dices que Dios no te puede perdonar, porque te crees una basura, mira que cristo murió por ti. Y vino para darte vida en abundancia. Cuenta el, que al escuchar esas palabras, que  fueron,para el como una bendición, para su vida. Pues después de aquella noche, hubo una transformación de su vida. Cristo le había salvado, cristo le había limpiado de sus pecados. Hoy este joven, William, es un gran predicador de la palabra de Dios, y vive para dar testimonio de que sí se puede cambiar. Y que cristo transforma. Amigo lector si vives esa vida, recuerda que cristo te puede transformar ha ti también, como lo hizo con William. Que su gracia te cubra siempre. Cristo te ama. atte.: isidro Hilton

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