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domingo, 1 de abril de 2018

La Ciencia confirma que la oración cura las enfermedades Estados Unidos.- Un nuevo estudio realizado por un investigador cristiano, revela que la curación física puede ocurrir como resultado de poder de la oración.

Estados Unidos.- Un nuevo estudio realizado por un investigador cristiano, revela que la curación física puede ocurrir como resultado de poder de la oración.  Estados Unidos.- Un nuevo estudio realizado por un investigador cristiano, revela que la curación física puede ocurrir como resultado de poder de la oración.

El doctor Andrew Newberg, director de investigación de Thomas Jefferson Hospital y Medical College en Pennsylvania, dirigió el estudio, en el que los escáneres cerebrales de resonancia magnética, demostraron que hay poder en la oración.
El estudio también encontró que la oración es muy parecido a un entrenamiento físico para el cerebro.
“Cuando nos fijamos en la forma cómo funciona el cerebro, parece que es muy fácilmente capaz de participar en prácticas religiosas y espirituales …. sólo tiene sentido, si Dios está allá arriba y nosotros estamos aquí abajo, que nuestro cerebro es capaz de comunicarse con Dios“, dijo Newberg a Christian Post.
En uno de sus estudios, Newberg tenía pacientes ancianos con problemas de memoria, oraron cada día durante 12 minutos por ocho semanas.   Los resultados de la resonancia aparecieron positivas y dramáticamente diferentes, después de concluir el experimento. Además, los resultados de pruebas revelaron que el beneficio de la oración, puede en realidad formar el cerebro.
En 2012, The Huffington Post informó que Newberg llevó a cabo otro estudio, que las formas en que la oración y la meditación afecta al cerebro humano. Su investigación demostró que cuando una persona se dedica a la oración, hay un aumento de la actividad en los lóbulos frontales y el área del lenguaje del cerebro, conocida por convertirse en activa durante la conversación. Encontró que para el cerebro, orar a Dios es similar como hablar con la gente.
Para llevar a cabo este estudio, se inyectó a los participantes con un tinte radiactivo inocuo mientras estaban en profunda oración o meditación. El tinte emigró a diferentes partes del cerebro en la que el flujo de sangre era el más fuerte.
Newberg llegó a la conclusión que, independientemente de la religión, la oración crea una experiencia neurológica entre las personas.