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jueves, 15 de julio de 2010
ESTAMOS VIVIENDO TIEMPOS DIFICILES
Estamos viviendo en tiempos que Dios ya lo dijo en su palabra. Los tiempos serán malos y la maldad se aumentara, y eso se esta viendo, todo viene en aumento y por ende el pecado, Satanás vino a matar hurtar y destruir. A quien apunta, a la familia, y ahora los abominables, también adoptan chicos. Matan a las generaciones venideras, esta todo escrito. Nos queda orar y pedir misericordia por las almas. Ahora los países están adoptando, aprobando, las abominaciones, que prohíbe la Biblia. Las profecías se están cumpliendo escuche, de un país que recientemente aprobó, el matrimonio entre parejas de un mismo sexo. ¿Que te dicen las escrituras? Por haberse multiplicado la maldad el amor de muchos se enfriara. Porque ese no es el verdadero amor que Dios nos manda. Recuerda: Se manso como palomas, pero astuto como las serpientes.. Hasta la próxima que Dios te bendiga. Con amor. att: isidrohilton.
Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven. (Lucas 20:38)
Para Dios todos viven
Hay muchas personas que están convencidas de que la muerte significa el fin del ser humano. No creen en una vida después de la muerte ni en la resurrección de los muertos. Cuando el Señor Jesús estuvo en la tierra, existía una secta judía, la de los saduceos, que opinaba lo mismo. Cierta vez esos racionalistas hicieron al Señor una pregunta capciosa acerca de una situación que ponía en ridículo el hecho de la resurrección. Al contestarles, Jesús afirmó claramente que existe una vida después de la muerte, como asimismo una resurrección. Terminó su explicación con las palabras del versículo del encabezamiento, sumamente serias para todo ser humano. Para Dios todos viven. Nadie, ni siquiera los muertos, escapan de su mirada. Hay gente que trata de sustraerse a sus responsabilidades suicidándose. Pero con esto no podrán huir de la presencia divina, porque "para él todos viven". Dios tampoco se olvida de los pecados cometidos. Todos los seres humanos que mueren siendo incrédulos saldrán a resurrección de condenación; el divino Juez les pedirá cuentas de todas sus obras y los condenará. Pero, felizmente, no es necesario que las cosas lleguen a este punto. Quien acude al Señor Jesús y le confiesa sus pecados, recibe perdón y la vida eterna. Para tal alma, la muerte es sólo un oscuro pasaje hacia un glorioso porvenir, y no teme, porque está preparada para "partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor" (Filipenses 1:23), mientras llega el momento cuando "Dios sea todo en todos" (1 Corintios 15:28). Te exorto a proseguir esa meta. Dios te bendiga. Hasta la próxima. Te quiero.