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martes, 6 de abril de 2010

SIN FE ES IMPOSIBLE, AGRADAR A: DIOS


                                                                                            El apóstol Pedro nos describe una especie de escalera de fe, que bien haríamos si subiéramos por ella. Dice así: ... esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. (2 Pedro 1:5-7).


"Ésta sí que es una “escalera de fe”.

He aquí los escalones de la fe verdadera que San Pedro prescribe: virtud, entendimiento, dominio propio, constancia, devoción a Dios, afecto fraternal y amor. Siete peldaños, número perfecto de peldaños que también harán perfecto al que sube por ellos. Subir por esa escalera con Cristo nos lleva a la verdadera cima de la vida victoriosa.

VIRTUD.

Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en eso pensad. Filipenses 4:8.

Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. Proverbios 31:10.
CONOCIMIENTO.

Por lo tanto también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios. Colosenses 1:9.

Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo. Filipenses 1:9.

DOMINIO PROPIO.

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios. 1 Timoteo 1:7-8.

PACIENCIA.

Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús. Romanos 15:4-5.

PIEDAD.

Por los Reyes y por todos los que están en eminencia para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de dios nuestro Salvador. 1Timoteo 2:2-3.

Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad. 1 Timoteo 4:7.

Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, malas sospechas, disputas necias de hombre corruptos de entendimiento y privado de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancias; apártate de los tales.

Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento, porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 1 Timoteo 6:3-7.

AFECTO FRATERNAL.
Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, su alguna comunión del espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes sintiendo una misma cosa. Filipenses 2:2-3.
AMOR.

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá. Porque conocemos y profetizamos de manera imperfecta; pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño. Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido.

Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor. 1 corintios 13:4-13.

La Biblia dice que la Fe viene por el oír la Palabra de Dios. Si ponemos estos dos conceptos en acción, debemos adquirir la práctica de escuchar la Palabra de Dios para convertirnos en hombres y mujeres de Fe. La fe honra a Dios, porque sin fe es imposible agradarlo y luego activa al Universo a nuestro favor, porque la Fe ve lo invisible y recibe de Dios lo imposible. Si creyéremos más en Dios y menos en nosotros, nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza, ahorraríamos tiempo y nuestra labor sería más eficiente. "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" Hebreos 11:1.

Creer en lo que no se puede ver. Es guardar la calma cuando todo es turbulento. La fe no es pasiva: es poner las creencias en práctica. Tener fe es pedir lo que se necesita. La fe es oír lo imperceptible y ver lo invisible; creer lo increíble y recibir lo imposible. La fe va en contra de las expectativas y condiciones naturales. Tener fe es crear un vacío en el corazón para que lo llene Dios. Tener fe no es creer simplemente que Dios puede hacer algo, sino que lo hará! Con fe, la respuesta no sorprende. Tener fe es permanecer en tu puesto cuando todos los demás desertan. Es quemar las naves para no volver atrás. Es pagar cualquier precio. Es hacer lo que Dios pide hoy y creer que El hará mañana! “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Hebreos 12:2).

He aprendido a llamar las cosas que no son, como si fuesen (Romanos 4:17).

He aprendido, a hablar, sentir y vivir en fe, porque sé que sin fe es imposible agradarlo

(Hebreos 11:6).

Nunca tengamos miedo de reconocer y poner en práctica nuestra fe en Dios en los favores de esta vida. Pedir su ayuda es reconocer su soberanía. Y darle gracias en todo es confesar nuestra humanidad. Él es y siempre será Dios. Reconozcamos que sin fe es imposible agradar a Dios. Hasta la próxima. Les amo

Una historia real. y: !¡ fue po ti por mi!¡


                                                                                               En la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo, " Eloy, Eloy, ¿lama sabactani?" que traducido es " Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? " y poco después murió tras decir "Todo está cumplido." Se hizo sonar el cuerno de carnero sacerdotal ese día, anunciando que el sacerdote había completado el sacrificio del cordero por los pecados de Israel ,  y  toda  la humanidad. También en ese momento, la grande y gruesa cortina que cerraba el lugar Santísimo a la vista, se desgarró de arriba a abajo.


Los relatos bíblicos de la crucifixión descritos a través de los evangelios y documentación científica al respecto, describen que padeció y sufrió el más cruel de los castigos. El más inhumano y despiadado de los tratos que puede recibir un ser humano.

Históricamente este acontecimiento se inicia durante la celebración de la pascua judía, en el año 30 de nuestra era. La última cena se realizó el jueves 6 de abril. La crucifixión se llevo a cabo el 7 de abril.

Fue tal el grado de sufrimiento moral, que presentó como manifestación somática, física; sudor de sangre (hematidrosis o hemohidrosis). “sudor de sangre, que le cubrió todo el cuerpo y corrió en gruesas gotas hasta la tierra”. (LC 22, 43).

Jesucristo fue sometido a un ayuno que duró toda la noche durante el juicio, y persistió hasta su crucifixión.

Después de la flagelación, los soldados solían burlarse de sus víctimas. A Jesús, le fue colocada sobre su cabeza, como emblema irónico de su realeza una corona de espinas. En Palestina abundan los arbustos espinosos, que pudieron servir para este fin; se utilizó el Zizyphus o Azufaifo, llamado Spina Christi, de espinas agudas, largas y corvas. Le fue colocada una túnica sobre sus hombros (un viejo manto de soldado, que figuraba la púrpura de que se revestían los reyes, "clámide escarlata"), y una caña, parecida al junco de Chipre y de España como cetro en su mano derecha.

Se obligo a Jesús, como era la costumbre a cargar la cruz; desde el poste de flagelación al lugar de la crucifixión. La cruz pesaba más de 300 libras (136 kilos) sólo llevo el patíbulo que pesaba entre 75 y 125 libras. Fue colocado sobre su nuca y se balanceaba sobre sus dos hombros. Con agotamiento extremo y debilitado, tuvo que caminar un poco mas de medio kilómetro (entre 600 a 650 metros) para llegar al lugar del suplicio. El nombre en arameo es Golgotha, equivalente en hebreo a gulgolet que significa “lugar de la calavera”, ya que era una protuberancia rocosa, que tenia cierta semejanza con un cráneo humano, hoy se llama por la traducción latina calvario.

Antes de comenzar el suplicio de la crucifixión, era costumbre dar una bebida narcótica (vino, con mirra, e incienso) a los condenados; con el fin de mitigar un poco sus dolores. Cuando presentaron a Jesús este brebaje, no quiso beberlo. ¿Que podría mitigar un dolor moral y físico tan intenso, cuando su cuerpo, todo poli contundido, sólo esperaba enfrentar su último suplicio, sin alivio alguno, con pleno dominio de sí mismo? Con los brazos extendidos, pero no tensos, las muñecas eran clavadas en el patíbulo. De esta forma, los clavos de un centímetro de diámetro en su cabeza y de 13 a 18 centímetros de largo, eran probablemente puestos entre el radio y los metacarpianos, o entre las dos hileras de huesos carpíanos, ya sea cerca o a través del fuerte flexor retinaculum y los varios ligamentos intercarpales. En estos lugares aseguraban el cuerpo. El colocar los clavos en las manos hacia que se desgarraran fácilmente puesto que no tenían un soporte óseo importante.

La posibilidad de una herida periosea dolorosa fue grande, al igual que la lesión de vasos arteriales tributarios de la arteria radial o cubital. El clavo penetrado destruía el nervio sensorial motor, o bien comprometía el nervio mediano, radial o el nervio cubital. La afección de cualquiera de estos nervios produjo tremendas descargas de dolor en ambos brazos. El empalamiento de varios ligamentos provoco fuerte contracciones en la mano.

Los pies eran fijados al frente del estípete por medio de un clavo de hierro, clavado a través del primero o segundo espacio intermetatarsiano. El nervio profundo perineo y ramificaciones de los nervios medianos y laterales de la planta del pie fueron heridos. ¿Se clavaron ambos pies con un solo clavo o se empleo un clavo para cada pie? También esta es una cuestión controvertida. Pero es mucho más probable que cada uno de los pies del salvador estuvo fijado a la cruz con clavo distinto. San Cipriano que, más de una vez había presenciado crucifixiones, habla en plural de los clavos que traspasaban los pies. San Ambrosio, San Agustín y otros mencionan expresamente los cuatro clavos que se emplearon para crucificar a Jesús

ASPECTOS MÉDICOS DE LA MUERTE DE JESUCRISTO

En la muerte de Jesús varios factores pudieron contribuir. Es importante tener en cuenta que fue una persona politraumatizada y policontundida; desde el mismo momento de la flagelación, hasta su crucifixión.

El efecto principal de la crucifixión, aparte del tremendo dolor, que presentaba en sus brazos y piernas, era la marcada interferencia con la respiración normal, particularmente en la exhalación. El peso del cuerpo jalado hacia abajo, con los brazos y hombros extendidos, tendían a fijar los músculos intercostales a un estado de inhalación y por consiguiente afectando la exhalación pasiva. De esta manera la exhalación era primeramente diafragmatica y la respiración muy leve. Esta forma de respiración no era suficiente y pronto produciría, retención de CO2 (hipercapnia).

Para poder respirar y ganar aire Jesús tenia que apoyarse en sus pies, tratar de flexionar sus brazos y después dejarse desplomar para que la exhalación se produjera. Pero al dejarse desplomar le producía igualmente una serie de dolores en todo su cuerpo.

El desarrollo de calambres musculares o contracturas tetanicas debido a la fatiga y la hipercapnia afectaron aún más la respiración. Una exhalación adecuada requería que se incorporara el cuerpo empujándolo hacia arriba con los pies y flexionando los codos, aductando los hombros. Esta maniobra colocaría el peso total del cuerpo en los tarsales y causaría tremendo dolor.

Más aún, la flexión de los codos causaría rotación en las muñecas en torno a los clavos de hierro y provocaría enorme dolor a través de los nervios laceradas. El levantar el cuerpo rasparía dolorosamente la espalda contra la estípe. Como resultado de eso cada esfuerzo de respiración se volvería agonizante y fatigoso, eventualmente llevaría a la asfixia y finalmente a su fallecimiento.

Era costumbre de los romanos que los cuerpos de los crucificados permaneciesen largas horas pendientes de la cruz; a veces hasta que entraban en putrefacción o las fieras y las aves de rapiña los devoraban.

Por lo tanto antes que Jesús muriese, los príncipes de los sacerdotes y sus colegas del Sanedrín pidieron a Pilato que, según la costumbre Romana, mandase rematar a los ajusticiados, haciendo que se le quebrasen las piernas a golpes. Esta bárbara operación se llamaba en latín crurifragium (Jn 20, 27).

Las piernas de los ladrones fueron quebradas, más al llegar a Jesús y observar que ya estaba muerto, renunciaron a golpearle; pero uno de los soldados para mayor seguridad quiso darle lo que se llamaba el “golpe de gracia” y le traspaso el pecho con una lanza. En esta sangre y en esa agua que salieron del costado, los médicos han concluido que el pericardio, (saco membranoso que envuelve el corazón), debió ser alcanzado por la lanza, o que se pudo ocasionar perforación del ventrículo derecho o tal vez había un hemopericardio postraumático, o representaba fluido de pleura y pericardio, de donde habría procedido la efusión de sangre.

Con este análisis que si bien es conjetura, nos acercamos más a la causa real de su muerte. Interpretaciones que se encuentran dentro de un rigor científico en cuanto a su parte teórica; más no demostrables con análisis ni estudios complementarios. Los cambios sufridos en la humanidad de Jesucristo, se han visto a la luz de la medicina, con el fin de encontrar realmente el carácter humano, en un hombre que es llamado el hijo de Dios, y que voluntariamente acepto este suplicio, convencido del efecto redentor y salvador para los que crean en ÉL y en su evangelio. DIOS    te  bendiga . por    siempre  asta  la  proxima.