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viernes, 15 de enero de 2010
LA perla preciosa de gran valor
Recuerdo la primera vez que medite sobre este pasaje bíblico, era un momento especial, después de tocar mi guitarra y cantar unas alabanzas de adoración, comencé a explicarle aun grupo de jóvenes en su mayoría inconversos lo que Dios quería para sus vidas.
Ocho años después medito sobre este pasaje y me doy cuenta que para obtener la salvación se necesita una acción, además de la fe sin la que nadie puede agradar a Dios.
Cuando hablo de acción no me refiero a que la salvación la ganas por obras, pues la salvación es por gracia y no por obras para que nadie se gloríe, pero para poder alcanzar esa salvación se necesita una acción, esa acción que nos lleva a vender todo lo que tenemos por tal de comprar esa perla preciosa.
Ahora explico esta parábola:
El mercader que busca buenas perlas, somos todos aquellos que en momento determinado de nuestra vida andábamos buscando un sentir real para vivir, somos aquellos que quizá probamos de todo en el mundo y nada pudo llenar nuestro corazón, somos aquellos que andábamos buscando la verdad.
Cuando hallamos la perla preciosa llamada salvación y por ende el reino de los cielos por toda una eternidad necesitamos hacer una acción, esa acción es vender todo lo que tenemos para comprar esa perla. ¿Qué significa vender todo lo que tenemos?, significa hacer aun lado todo aquellos que no nos permite alcanzar la gloria eterna, llamase pecado, falta de fe u otra situación que nos puede impedir el obtener esta perla preciosa.
Amado hermano, la salvación y vida eterna que Dios regala se basa en negarnos a nosotros mismos, se basa en renunciar a nuestra vida de pecado para comenzar a experimentar la vida sobrenatural que Jesús te ofrece, nadie, absolutamente nadie puede entrar al cielo con pecado, es necesario deshacernos de todo lo que tenemos para poder optar por esa perla preciosa.
¿Qué es mas importante?, ¿80 años de pecado acá en la tierra o una eternidad en el Cielo?, ¿Placeres terrenales de toda clase durante tengamos vida humana o experimentar la eternidad alabando a Dios?
Si tu no estas dispuesto a realizar la acción de deshacerte de todo aquello que te es un obstáculo para adquirir la perla preciosa, no serás digno de entrar al reino de los cielos. Es necesario que dejemos todo aquello que nos impide alcanzar la perla preciosa, no vaya a ser que la venida del Señor sea en el momento menos pensado y nosotros nos quedemos con nuestras pertenencias antiguas como lo es el pecado y no podamos adquirir la perla preciosa que nos hará heredar la vida eterna.
POBRE CIEGO Y MISERABLE.
Alguna vez has estado en el valle de los miserables? Las personas que habitan en este valle se sienten infelices, pobres y ciegos. Estas personas no disfrutan la vida, viven amargados, son tan pobres que no pueden dar ni una sonrisa y tan ciegos que no ven nada, están cegados que no alcanzan a ver todo lo bueno que Dios tiene para ellos.
Quien camina en este valle, camina en medio de lodo y pareciera que cada paso que da lo lleva al hundimiento en sus relaciones, en sus negocios, en su vida, a esta persona le cuesta tomar vuelo, le cuesta elevarse.
Me atrevo a preguntarte ¿Eres feliz? seguramente me dirás si soy feliz, tengo a Cristo en mi corazón y sabes yo no voy a dudar de que tengas a Cristo en tu corazón.
Me encanta que seas feliz y ahora te preguntaría ¿Estás satisfecho con tu vida? ¿Estas viviendo la vida que Dios diseñó para ti? O ¿Estás viviendo la vida sintiéndote triste, miserable, ciego y sin propósito?
Si hoy estas leyendo este artículo es porque andas buscando la felicidad plena, porque quieres más de la vida, no estás satisfecho contigo mismo, sabes que hay algo más y no sabes como lograrlo.
Hay muchas personas que cuando llega el mes de diciembre se deprimen de tal manera porque no han podido lograr sus sueños, viven pensando que se ha ido otro año y siguen en el mismo lugar, no teniendo lo que querían, sus sueños lo ven demasiado lejos por lo cual desean que este mes no llegue.
Tú no eres de esas personas porque a partir de hoy estás tomando la dirección que te lleva a la felicidad porque has decidido poner en el Señor todos tus sueños.
Tu puedes decir hoy como el Salmista: “Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios.” Salmo 40:1-3ª.
Creo que tu eres de aquellos que están agradecidos por la vida, que tienen y experimentan buenos momentos en la vida, sin embargo sabes que algo te falta. Sabes que tienes todo el potencial y todas las oportunidades para ser feliz pero no lo sientes, y sobre todo cuando ves que hay cosas que no están funcionando bien en alguna área de tu vida.
¿Está tu vida en equilibrio? ¿Cómo estás en tus relaciones? ¿Cómo estás con tus metas? ¿Estás postergando tus sueños?
La felicidad no es un accidente. No es un sentimiento, la felicidad es algo que tú eliges. Elige ser feliz hoy y alegrar a otros!
La felicidad no va a llegar a tu vida por lo que te pase o por medio de una varita mágica sino que viene por lo que pasa internamente, dentro de ti. No es algo que tú sientes, es cuestión de elección.
Tú puedes elegir quien quieres ser, recuerda que Dios te ha dado el poder de elegir, te ha dado el libre albedrío, tu puedes elegir ser la mejor versión de ti mismo que te entusiasme ser. ¿Quién quieres ser? Tu comienzas a vivir a partir de esa persona que tu quieres ser.
¿Si no fueras tu mismo quien te gustaría ser?
Muchos no son felices porque no saben quienes son y están tratando de vivir una vida copiándose a otros o siguiendo los estándares del mundo o de los medios de comunicación, que para ser feliz necesitas una tarjeta de crédito o mucho dinero, o necesitas ser famoso o poderoso.
Cuando tú sabes quién eres, puedes ser genuino en pensamiento, palabra y acción. Jesús era autentico porque sabía quién era, sabía cual era su misión y su vida no era llevada por las circunstancias. Jesús no vivía en la excusa, vivía comprometido con su propósito.
Como dice un autor tu naciste original no mueras como una copia. Así que para ser feliz necesitas encontrarte con tu diseño y comenzar a elevarte hacia las alturas. Si quieres ser feliz no tienes que esperar a que las cosas cambien, a que las cosas mejoren, no tienes que esperar el 2010 y comenzar con la canción: “año nuevo, vida nueva, mas alegres los días serán…”Para ser feliz debe gustarte lo que estás haciendo.
¿Lo que estás haciendo te gusta? ¿Te hace feliz? Si respondiste si, te felicito.
Si respondiste no, es hora de cambiar lo que estás haciendo, porque no te está llevando a ninguna parte. Es hora de cambiar lo que está dentro de ti, lo que te hace infeliz en realidad no son las cosas que están afuera, lo externo, es la frustración interna. Es tiempo de tomar decisiones, tiempo de ir tras una vida extraordinaria, tiempo de elevarse.
Elige ser feliz hoy y tu vida cambiará! Tú puedes dejar de ser infeliz, pobre y ciego. Esto se aprende y tú debes dar el próximo paso de buscar la ayuda de personas que te ayuden a ver aquellas cosas que no estás viendo.
obedeser a: DIOS HOY
“Acontecerá que si oyes atentamente la voz de , tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también , tu Dios, te exaltará sobre todas las naciones de la tierra”. Deuteronomio 28:1La mayoría de nosotros tenemos asociaciones negativas por lo menos con algunos alimentos.
No le caen bien a nuestro cuerpo, ya sea porque carecemos de las enzimas para digerirlos, o porque nuestro estómago “simplemente no puede manejarlos como antes.”
Cuando éramos jóvenes, nuestro disgusto por toda la comida, desde los espárragos hasta los hongos, nos hicieron “comensales selectivos”, difíciles de complacer, y aun más difícil mantenerse con una nutrición balanceada.
Teníamos la tendencia a que no nos gustara nada de lo que “era bueno para nosotros” prefiriendo consumir comida frita con mucho aceite, en lugar de comer cualquier cosa asada a la parrilla.
Afortunadamente, las personas desarrollan el buen gusto por alimentos mejores. Ahora que hemos descubierto el sabor maravilloso de los hongos y de los espárragos, no podemos recordar exactamente por qué antes no nos gustaban.
Un entremés caro de bistec con granos de pimienta acompañado con una guarnición de verduras crujientes, cocidas al vapor, cubiertas con salsa “bernaise” en un buen restaurante nos parece una comida ideal, pero cuando éramos niños nuestro comentario habría sido exactamente el opuesto.
“¡Uf! odio la pimienta, y ¿qué es esta cosa que tienen las zanahorias?” Las salsas, los condimentos y los sabores que habrían volteado nuestros estómagos de cabeza cuando teníamos seis, siete u ocho años, ahora nos voltean de cabeza a nosotros.
Todo es cuestión de expectativas. Un chico que se da cuenta de lo terrible que saben, sin importar cuántas veces su mamá le diga: “Sólo cierra los ojos; ni siquiera vas a percibir su sabor.”
Si vomitaste después de comer espinacas, los dos acontecimientos quedan ligados en una expectativa sutil de que, muy posiblemente, un acontecimiento seguirá al otro.
El hecho de que simplemente se nos diga que algo es bueno para nosotros, no hace que sepa bien.
De hecho, la mayoría de nosotros cree que si es bueno para nosotros, entonces no va a saber bien.
Las vitaminas y las medicinas saben mal, y sospechamos ligeramente de alguien a quien realmente le gusta la comida sana.Entonces, ¿qué sucede? ¿Por qué acabamos disfrutando los hongos? Generalmente es por accidente, los comemos sin darnos cuenta, y sólo después descubrimos que eran un ingrediente del platillo. O no tenemos elección.
Una cosa es separar los hongos de un platillo y hacerlos a un lado en la casa de nuestra mamá, pero otra cosa completamente distinta es separar los hongos que están en nuestro plato frente a la persona con quien tenemos una cita amorosa, y a quien estamos tratando de impresionar.
Nuestra conversión culinaria comienza con “No está tan mal después de todo,”y nos mueve a una anticipación egoísta de la próxima vez que podamos comer hongos salteados. Lo que pensábamos que no nos gustaba se convierte en algo que deseamos comer más.
Oír a mamá decir: “Cómete las espinacas, son buenas para tu salud,” no tenía mucho impacto cuando tenías muchas otras opciones de donde elegir.
Pero, estarías mucho más inclinado a escucharla si ella te dijera lo mismo después de dos semanas en las que los dos se hubieran quedado varados en una isla desierta donde lo único comestible fuera espinacas silvestres.
Lo mismo sucede en las cuestiones espirituales. Con frecuencia escuchamos mejor cuando nuestros oídos están estimulados por un interés que te lleva al punto de decir “necesito-saber.”
Un proceso similar se lleva a cabo al aprender a apreciar los consejos de Dios hacia nosotros. Al principio, es fácil pensar que no nos gusta que se nos diga que escuchemos lo que Dios nos está diciendo.
Hoy..decido obedecer a Dios, porque lo que el pide de mi es bueno en gran manera.Señor, Se que el mejor plato espiritual es que tu preparas para mi y lo acepto de corazón.
Amén.